Hola, Buenas tardes
me llaman Alfa Leonis
tengo 20 años
y en mis ratos libres
aparte de estudiar una carrera que
no puedo pagar
me dedico a pedir limosna
por los mercados de la ciudad.
pronto empezaré a recitar por la
comida
y mi arte se convertirá en lo que
el propietario de un kilo de arroz
quiera.
venderé las partes de mi cuerpo una
por una
para poder pagarme una vida “digna”
y ofreceré mi corazón en el plato
a aquellos que roban mi bolsillo
que hunden sus zarpas en mi mente
saqueando las ideas
condenándolas por visiones
imperfectas.
la esperanza fallará en cada apat
sabrán a putrefacción mis labios
cuando osaré decirme “libre”
y pesarán, con inesperada carga
los sueños rosas de cuando era niña.
ciegas yeguas conducen la carreta de
la paz hostil
y en su sordera
no perciben el crujir de cráneos
bajo las ruedas.
mientras las odiosas quimeras
susurran
que éste es el único camino posible.
las fanfarronas ratas
muestran soberbia conmigo
y muerden los ojos a los mendigos.
miramos, protegiendo los párpados
el siguiente escalón
el de las ratas.
un paso más arriba
habitan las hienas taciturnas
que siguen solo el olor de carne
y los promiscuos zorros
persiguiendo la comodidad del nido,
la madre canguro
que solo vela por su niño.
la familia de los camaleones
que se adapta a las situaciones
y las mariposas
que viven de la belleza de la
podredumbre.
los peces que muerden su propia cola
los perros que muerden mi propia mano
mientras les alimento
y las malditas hormigas siempre en
fila.
más allá se sitúan los leones
domados
los que son demasiado grandes
para llevar su orgullo allí
donde dicen que no cabe.
y arriba de todo
al final de la escala
se aloja el hombre.
se aposenta en las cabezas huecas
como en un trono
mientras linchea sin piedad bocas
abiertas
con el hacha del pobre
para que sea más pobre aun.
la astucia siempre fiel a uno mismo
robando bajo el sol
restos sombríos de las vidas.
sus pegajosas manos
guían el planeta hacia el abismo
y su razón maligna
escurre su propia raza
convirtiéndola en bestias de caza
legitimada por su poder
que él mismo se ha dado
simplemente por ser humano.