A Chucho
tu sabes lo jodido que es amarte?
sabes lo difícil que es
rescatarse en cada esquina
y al mirar atrás – echarle solo
humo?
sabes cómo es desatascarse en las
calles ya pisadas?
recrearse con el olor canino
y volver a tocar la memoria ya
rallada?
tantos caminos por recorrer y
haber escogido este.
opciones infinitas que no
contemplan la respiración artificial,
mantenida,
boca a boca.
una lista sin fin de
oportunidades parpadeantes en luces de neón
que ofrecen el libre albedrío, no
restringido por ninguna responsabilidad,
hazañas deslumbrantes,
entretenidas y grotescas a la vez.
sin embargo,
me quedaré en la plaza aguardando
el próximo evento
restregando los resquicios de mi
orgullo
por los callejones,
dejando restos como migas en las
aceras
para que me puedas reencontrar.
alomejor me quiero castigar
lamiendo los bordes de la cama
y buscando respuestas
inconcretas.
puede que me quiera entregar
a la dependencia tan dulce
y desnudarme entera al ahogarme
entre las gotas de tu sudor
y esfumarme con las palabras no
dichas, sobreentendidas
y calentarme en todos los cafés
que te has bebido
sucederme en cada llamada
engullirme en cada comida
derrotarme en cada mirada de
despecho que eches a las borrachas de turno.
quiero dejar huella en todas las
tazas de las que bebas
y vivir en cada pliegue de las
sabanas en las que duermas
quiero que te absorban las calles
ya pisadas
quiero que te derrumbes con las
palabras no dichas, sobreentendidas,
las manos no tocados,
los besos no robados,
las mañanas no vistas.
los respiros no escuchados.
me reventaría los tímpanos por
gritarte
desde un abismo al otro
que no te quiero,
que rechazo el esperar por
respirar
que la vida que deseo no lleva tu
nombre escrito en cada página
que mi existencia que tengo es
para mi
que tú
no tienes sitios en mi cabeza
que tú
no abarcas lo que quiero,
pero no es así.
no es así
y me gustaría decirle a todo
desconocido que pinto corazones rotos
venzo hombres viles
y mato dragones en tu honor.
dirigiría un barco con tu nombre
e iría a buscarte al fin del
mundo
mientras tu piel de gallina
escuche mi lengua.
en fin, tengo muchas cosas que
decirte.
diría que lamento haberte
encontrado entre las caras grises.
lamento haberte dejado rellenar
mi memoria tanto
que mis ojos ya son espejos.
lamento haberme descubierto la
cara tanto
que te incrustaste en mis orugas
por reír.
diría que lamento haberme
entregado tanto.
te he regalado lo que nunca fui,
ni nunca seré.
aquello que siempre negué,
desprecié, despaché de mi lista
de deseos.
te he dado lo que nunca pensé,
y lo que se me cayó de golpe
encima.
o aquello que nunca vi o no quise
ver.
te he regalado el deseo de vivir y
morir ahora,
y mis palabras
con las que nunca tengo
suficiente.
te habría regalado mi creer en
nada,
pero nada es.
el esperar, mi esperar,
también lo tienes tú.
sabes, los días se me mueren.
yo me rindo.
ya no niego, no desprecio,
lo veo,
veo de donde sale el sol.
y lloraré.
por haberme caído desde la cima
de mi feliz necedad.
por haberla roto con tu calor
negra
desde lejos,
desde muy cerca,
desde tan cerca que me falta el
aire.